Avistamientos de celebridades menores

Hoy en el avion vi a lo que se conoce como una celebridad menor. Un comediante, no se como se llame.

Si hubiera sido una celebridad mayor, digamos, Noel Gallagher o un Rolling Stone, seguramente hubiera causado inconveniencias mayores, pero siendo una celebridad menor de la constelación de estrellitas televisa, pues causa inconvenientes menores.

Viajaba con otros dos, llamemosles "entourage": pequeños satelites aun menores que gravitan y viven alrededor de la celebridad elegida.

Como ya mencionaba: Celebridades menores, problemas menores. El parecia sentirse la persona mas chistosa del avion, aun haciendo sus personajes. Probablemente lo era, ciertamente YO no le voy a disputar ese titulo, pero aun asi, entraba en la categoria de molesto.

Es facil ver como celebridades menores desarrollan egos mayores. La mayoria de la gente mas que molesta por las risotadas parecia divertida y hasta honrada por viajar con tal celebridad de menor monta.

1 hora de vuelo, oyendo comentarios chuscos y risas cuasi grabadas (en la psique de sus aduladores) se olvidan y dejan de ser molestia facilmente.

Celebridades menores, molestias menores.

Segundo intento

Este es mi segundo blog.

La dirección del otro es: http://666hamster.blog-city.com/

En un principio pense en mover lo mas interesante de alla para aca. Pero la verad, prefiero mantener los dos por un rato. Abri este porque tiene mas chance de personalizarlo -tecnicamente, meter código HTML para poner componentes mas personalizados- .

Pero esas son cosas que pocos entienden, yo mismo no las entiendo mucho.

Asi que hare el mejor intento por mantener los dos y ver cual funciona mejor.

El discreto encanto de la estupidez

La estupidez esta subestimada. Es lo que le da sabor a la vida.
Y en pocos lugares es tan evidenciada como en las interacciones entre hombre y maquina.

Desde los dias en que el primer cro-magnon se machuco con dos piedras, las maquinas han sido especialistas en hacernos ver y sentir como estupidos.

Aunque a unos mas que otros.

Maquinas de pago automatico en el estacionamiento del aeropuerto. Parece simple: metes tu boleto, la maquina te dice cuanto debes, insertas billetes o monedas para cubrir el monto indicado, recibes de vuelta tu boleto.

Bueno, pues evidentemente no es tan facil. Debi adivinarlo al ver que asignaban a una persona para hacer exactamente eso por uno en cada maquina.

Y evidentemente, si es complicado para muchas personas, y todas esas personas estaban formadas delante de mi.

Que encanto el tener que esperar como el moderno cro-magnon trata de que la maquina no le machuque los dedos mientras trata de entender porque los pasos para usar la maquina estan numerados. Casi como si quisieran que uno haga las cosas en el orden numerico ascendente, pero no es facil adivinar eso, supongo.

Y que emocion ver como su vidriosa mirada inexpresiva se le queda viendo a la maquina cuando no expulsa su recibo. Casi expresa algo cercano a inteligencia cuando le dice -literalmente, le dice- a la maquina que porque no le dio su recibo. Prefiero pensar que hablaba para si mismo.

Finalmente la maquina le regresa su boleto. Si lo confunde con comida o lo usa para limpiarse la masilla de entre los dientes, eso es otra historia.

Espero no encontrarlo haciendo fila delante de mi en la salida del estacionamiento.